En general, la comunidad de propietarios es la responsable de la limpieza y mantenimiento de las zonas comunes. Sin embargo, no todas deben limpiarse con la misma frecuencia ni hacerlo de la misma manera. Cada zona necesitará de unos productos y de una periodicidad en función de las necesidades de su uso.
Hablamos de portales, escaleras, rellanos y pasillos, del vestíbulo de la entrada, de los ascensores, el cuarto de basuras y el de contadores, las ventanas y cristales de los espacios comunes, patios, garajes y jardines, los sistemas de calefacción central, las terrazas o azoteas si son comunitarias, las arquetas y fachadas… Son muchos los elementos que hay que tener en cuenta a lo largo de todo el año para que no solo estén limpios, sino comprobar que funcionan adecuadamente. Además, se deberá prestar especial atención también a la ventilación de los mismos como una forma de prevención frente a la COVID19.